Más de cuarenta activistas de Greenpeace participan de un reclamo contra los desmontes en la provincia de Chaco. Diez de ellos se encuentran colgados en el puente que une las ciudades de Resistencia y Corrientes, a más de 30 metros de altura. A pesar de un fallo de la justicia provincial que lo prohíbe, la deforestación en esta provincia continúa y en menos de dos años fueron arrasadas más de 42 mil hectáreas de bosques nativos, una superficie equivalente a dos ciudades de Buenos Aires.© Greenpeace
Más de cuarenta activistas de Greenpeace participan de un reclamo contra los desmontes en la provincia de Chaco. Diez de ellos se encuentran colgados en el puente que une las ciudades de Resistencia y Corrientes, a más de 30 metros de altura. A pesar de un fallo de la justicia provincial que lo prohíbe, la deforestación en esta provincia continúa y en menos de dos años fueron arrasadas más de 42 mil hectáreas de bosques nativos, una superficie equivalente a dos ciudades de Buenos Aires.© Martín Katz / Greenpeace
Más de cuarenta activistas de Greenpeace participan de un reclamo contra los desmontes en la provincia de Chaco. Diez de ellos se encuentran colgados en el puente que une las ciudades de Resistencia y Corrientes, a más de 30 metros de altura. A pesar de un fallo de la justicia provincial que lo prohíbe, la deforestación en esta provincia continúa y en menos de dos años fueron arrasadas más de 42 mil hectáreas de bosques nativos, una superficie equivalente a dos ciudades de Buenos Aires.© Guido Piotrkowski / Greenpeace
Más de cuarenta activistas de Greenpeace participan de un reclamo contra los desmontes en la provincia de Chaco. Diez de ellos se encuentran colgados en el puente que une las ciudades de Resistencia y Corrientes, a más de 30 metros de altura. A pesar de un fallo de la justicia provincial que lo prohíbe, la deforestación en esta provincia continúa y en menos de dos años fueron arrasadas más de 42 mil hectáreas de bosques nativos, una superficie equivalente a dos ciudades de Buenos Aires.© Osvaldo Tesoro / Greenpeace