Activistas de Greenpeace en la provincia de Chaco, Argentina, ilustran la conexión entre la deforestación ilegal y los fenómenos meteorológicos extremos. Cuatro personas murieron y miles fueron evacuadas durante las inundaciones récord de enero del 2019 en el norte argentino. Chaco es la provincia donde más bosques se destruyeron durante los últimos tres años; más de 54,000 hectáreas habían sido deforestadas ilegalmente en la provincia durante ese período. La deforestación representa el 30 % de las emisiones de gases de efectos invernadero del país, lo que potencia los efectos del cambio climático. Los principales impulsores de la deforestación ilegal en la región son la expansión de la producción de soja y ganado. © Martín Katz / Greenpeace
Activistas de Greenpeace en la provincia de Chaco, Argentina, ilustran la conexión entre la deforestación ilegal y los fenómenos meteorológicos extremos. Cuatro personas murieron y miles fueron evacuadas durante las inundaciones récord de enero del 2019 en el norte argentino. Chaco es la provincia donde más bosques se destruyeron durante los últimos tres años; más de 54,000 hectáreas habían sido deforestadas ilegalmente en la provincia durante ese período. La deforestación representa el 30 % de las emisiones de gases de efectos invernadero del país, lo que potencia los efectos del cambio climático. Los principales impulsores de la deforestación ilegal en la región son la expansión de la producción de soja y ganado. © Ariel Dell Orto / Greenpeace